El día que cumplí 31 años, Sara apareció con una tarjeta. Al abrirla,
ponía: Vale por una inscripción para Transgrancanaria 125.
Era una carrera que tenía en la lista de pendientes y que me seducía mucho,
así pues, el "sí, quiero" fue inminente. Eso significaba empezar en
pocos meses a entrenar "a saco" para preparar a consciencia la
prueba, pues 125 kilómetros no son para tomarlos a broma. Además, era la
primera vez que me proponía superar la centena de kilómetros, y no solo eso,
sino que habría que sumarle un cuarto más de esa cantidad al resultado final.
Sin duda, un reto atractivo.
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Gracias Sara. Contigo empezó todo. :) |
Y el día llegó, el viernes a las 22 horas estaba preparado en el Puerto de
las Nieves y con muchas ganas. Quedaban atrás 111 entrenos en 4 meses llevados de forma
estricta y seria, por lo que el trabajo estaba hecho y "solo" quedaba
rematar la faena, pero... que faena, y claro, las dudas siempre aparecen. El más mínimo
fallo, imprudencia o infortunio puede echar por tierra el trabajo de meses.
Pero... ¿Verdad que esa incertidumbre es la que hace más divertido el juego?
Una hora después tomamos la salida casi 900 corredores, entre ellos la
élite del mundo. Ventajas de este deporte, si te gusta el fútbol difícilmente
podrás jugar un partido con Messi, Valerón o Roque Mesa. Si te gusta correr
puedes estar en la salida con Chaigneau, Capell, Grinius, Picas, etc., al menos
en la salida, cuando han pasado 50 metros, chau chau. Como no puede ser de otra
manera, me lo tomo con mucha calma, pero la cosa va muy bien y cojo ritmo
rápido. Un cartel avisa de "115km a meta", jajajaja, gracias por los
ánimos. Sin darme cuenta estoy arriba, en Tamadaba, unos minutos antes del
tiempo previsto. La noche estaba espléndida para correr y lo estaba disfrutando
al máximo. Ahora tocaba la parte más tediosa según los entrenos, pero en
carrera resultó todo lo contrario y Tirma fue un auténtico parque de
atracciones del Trailrunning. Seguía disfrutando, iba todo bien. ¿Todo? Una
molestia extraña en la rótula me tenía algo desconcertado, lo achaqué a una
presión excesiva en el vendaje, "bah, seguro que es eso, tu sigue". Y
pa´lante con los faroles.
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¿Qué se supone que estoy haciendo? |
Llego a Artenara (km33,5) sin mayor novedad y fresco como una lechuga. Allí
me esperan mis entrenadores Abel y Samuel que me asisten perfectamente,
cambiamos algunas impresiones...y seguimos. En la zona de El Tablado las pilas
del frontal deciden que han acabado su trabajo, ni me paro a cambiarlas por las
de repuesto, cojo el de "por si acaso", más modesto pero fiable y seguimos. Me
hacía ilusión pasar por Fontanales (km 43) antes de la salida de modalidad
Advanced para disfrutar allí de la compañía de los muchos compañeros que desde
allí partirían y luego para compartir un poco de carrera con ellos mientras,
como preveía, me iban adelantando. Pero...paso a las 5:40 de la mañana, y
claro, a esa hora, muy poca gente había por allí, aunque si que puede saludar a
algunos amigos. De ahí a Valleseco y posteriormente a Teror con las buenas
sensaciones intactas.
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El gnomo hablando con el entrenador |
La llegada a Teror (km 56), mi pueblo, es espectacular. Allí está mi
novia y mis compañeros de equipo encargándose del avituallamiento y el
ambiente pone los pelos de punta. Sin duda, uno de los momentos más bonitos de
la carrera, piel de gallina al recordarlo. Sin palabras,
muchas gracias.
A las 9:36 paso por El Talayón, el ecuador de la carrera. A partir de aquí
ya solo queda restar, ha pasado, en teoría, lo peor, pero...esto es muy largo y
queda una eternidad. Me sorprende que nadie de la Advanced me haya adelantado
aún, situación que se mantendría hasta el mismo avituallamiento de Tejeda, eso
indica que la cosa va muy bien (y que la salida de Fontanales se retrasó un tiempo). A partir de aquí empieza a aparecer la fatiga y
la subida por La Culata hasta el Roque Nublo se hace "durilla", tanto
que es la primera vez en la carrera donde paso a ser "el adelantado" en vez de "el adelantador". Todo ello no me impide disfrutar del siempre
místico paso por el emblema de Gran Canaria. De ahí a El Garañón solo tengo en
mente una cosa, comerme la palmera de chocolate y dulce de leche de Tejeda que
me espera allí junto a un vaso de Coca Cola. Y se me mete tanto en la
cabeza...que empieza a hacerse la cosa un poco larga. Pero cuando la tuve entre
mis manos... ¡Me suuupo cristiano! Gracias a mi pareja que volvía a estar en el
punto clave y a Pedro y a Omayra que también estaban por allí y me ayudaron mucho.
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Subiendo hacia Cruz chica. |
Un rato después me encontraba en el Pico de las Nieves, cima de Gran
Canaria y kilómetro 84 de la carrera, aquí la cosa empezaba a ponerse fea, ya
noto el cansancio y las rodillas empiezan a decir que igual ya me estoy pasando
un poco...pero seguimos restando. La bajada de La Plata -odio los descensos
técnicos de ese tipo- se me hace eterna, no veo la hora de llegar a Cruz Grande,
y de allí a Tunte la cosa no solo mejora sino que empeora. Esto empieza a no
ser divertido. Agradezco llegar a Tunte (Km 94) porque se acaba la bajada
técnica. Justo en ese momento rebaso mi distancia máxima recorrida en un día,
por lo que a partir de aquí todo es nuevo, especialmente cuando finalizo la
subida a La Manzanilla donde se cumplen los 100 kilómetros de carrera.
¡Vamos! Quedan 25 a meta...pero que 25 kilómetros más duros. Bajada técnica
a Ayagaures donde sufro muuuucho y me adelantan corredores como si nada, las
rodillas siguen avisando de que ya es suficiente y que se acabaron las
concesiones, pero la llevan clara si se creen que me voy a ahogar en la orilla. A
Ayagaures (Km 107) llego bastante tocado. Empiezo a hacer cálculos del tiempo que
me va a llevar alcanzar la meta. Dispongo de 3 horas para hacer 20 kilómetros y bajar
de las 20 horas. Tenía en mente una horquilla de 21-23 horas. Así que los
horarios los llevaba perfectos, pero las sensaciones...no tanto. Intuía que de
ahí a Meloneras me quedaba un auténtico vía crucis, primero una larga subida,
después el temido barranco de Los Vicentillos y por último el odioso canal.
Rematar la faena va a requerir un esfuerzo titánico...
...pues no, todo lo contrario, "milagrosamente" una vez acabada la
subida, la cual me tomé con mucha calma, empiezo a trotar y a recuperar
sensaciones, no duele nada, voy bien, vuelvo a divertirme...y a correr. La
bajada al barranco y el paso por el fondo de lajas de piedras se me hace hasta
divertido, voy a buen ritmo, aparece el cartel de 15 a meta. "Son 100
kilómetros menos que el cartel que vi en la era de Berbique hace ya 17 horas, así que venga, a
correr", me digo. Hago cálculos y si sigo así puedo bajar de las 20 horas
bien, por lo tanto, mantengo el ritmo. Al rato aparece el cartel de "10 a meta".
"Chacho...si le mando un poco más, igual hasta bajo de 19 horas...".
Pues venga, voy muy muy justo para eso, pero por intentarlo que no sea. En la
Machacadora están muchos amigos del Carphial, les doy las gracias y ni me paro,
voy a por las 19 horas como un loco. Un poco antes del canal aparece el cartel
de "5 a meta" y me quedan 25 minutos justos para bajar de esas 19
horas. Un día cualquiera, en un entreno medio normal, es sencillo bajar de 5
minutos el kilómetro, pero cuando llevas casi 120 encima y más de 8000 metros
de desnivel positivo...no es tan fácil. Da igual, aumento un poco el ritmo.
Veo el cartel de 1 kilómetro a meta y llevo 18 horas 55 minutos y unos pocos
segundos... ¡¡Coooorre que solo queda uno!!
Ahí, y no antes, me doy cuenta de que estoy tocando con las manos el
lograrlo, y se me viene la cabeza el frío siberiano que he pasado en muchos
entrenos, el calor infernal vivido en otros, el sonido del despertador cuando
la cama estaba calentita y había que salir a entrenar lloviendo, el pasarme, por ejemplo, el
día de reyes encima de una bicicleta por ahí mientras los regalos esperaban a
la tarde para ser abiertos, las horas robadas a las personas importantes, los mil y un
encajes de bolillo para conciliar todo y cumplir con los entrenos...y alguna
lágrima se me salta. Ya estoy aquí, ya está hecho, valió la pena... ¡Pero
corre, ya que estamos, vamos a intentar hacer un sub 19 horas!
18 horas, 59 minutos, 19 segundos. Ese es el tiempo invertido tras 125
kilómetros llenos de diversión, sufrimiento, dureza y mil sentimientos. Reto
conseguido. La Transgrancanaria vuelve a darme una alegría. Hace ya varios años
se convirtió en mi primera carrera, luego mi primera ultra...y ahora mi primera
carrera de más de 100 kilómetros. Además acabando en el top 100 en una prueba
del Ultra Trail World Tour y entre los primeros canarios. ¿La clave? La
preparación previa y haber sabido plantear la carrera de forma inteligente en
cuanto a esfuerzos y a la forma de nutrirme. Cada 45 minutos, a comer, cada 5 minutos como
máximo, buchito de agua y cada hora, pastilla de sal. Mano de santo. El sabor
de boca que se me queda es dulce como una bolsa de golosinas de 1kg de Belros,
como una palmera de chocolate de Tejeda, como un polvito uruguayo, como un pinchacito de suero en vena al pasar la meta - ;) - ...como todo
eso junto.
Y así fue mi Transgrancanaria. Muchísimas gracias a todos los que
estuvieron pendientes, a los que me siguieron vía RRSS, online, etc. A los que
me desearon suerte y felicitaron luego. A mi familia que fue a verme a Teror y
a la meta...pero yo llegué antes a esos dos sitios. A los amigos y compañeros
por los ánimos durante el recorrido, a mi fisio por blindarme las rótulas el
día antes, a mis socios de SolorunnersGC por facilitarme el reto ajustando
horarios, a Samuel y Abel de Runhabitat, los Pep Guardiola del
Trailrunning, por hacerme un ultratrailrunner el primero y un ultratrailrunner
evo 2 el segundo en estos últimos 4 meses. Gracias chicos. Y por supuesto a mi pareja por sufrir todo
esto como nadie. Por las horas que le robo y porque a pesar de eso me apoya, me
hace de asistencia y ya está empezando a planificarme los siguientes retos.
GRACIAS.
Y esto no se para, ya tengo en mente las siguientes aventuras, todavía hay
muuucho por conquistar. En breve te cuento.
Para finalizar, solamente recordarte una cosa, si yo puedo, cualquiera puede, y no hablo de acabar una carrera de 125km, hablo de cualquier reto que te marques. Esfuérzate y ve a por el.
Para finalizar, solamente recordarte una cosa, si yo puedo, cualquiera puede, y no hablo de acabar una carrera de 125km, hablo de cualquier reto que te marques. Esfuérzate y ve a por el.
KeepPushing!
Datos Técnicos:
Prueba: Transgrancanaria 2016. (4-5-6/03/2016).
Kilómetros: 125. 8000 desnivel positivo.
Kilómetros: 125. 8000 desnivel positivo.
Tiempo: 18:59"19.
Posición: 80 general. 36 master 30. 518 finishers.
Minutos por Kilómetro: -
Ganador: Didrik Hermansen (13:41"48). Caroline Chaverot (15:23"40).
Galeria de Fotos:
Material utilizado:
Zapatillas: Hoka One One Mafate
Textil: Camiseta Tuga / Camiseta SportHG, pantalón Salomon, calcetines Mund.
Accesorios: Gorra Castelli, Chaleco Salomon Sense Ultra, Bastones Ferrino Eiger, Cinturon Arch Max Belt.
Reloj: Suunto Ambit 2S.
Nutrición: Geles 226ERS (Frutas del Bosque, Piña-coco y Cola), Pastillas de sal 226ERS, Pastillas Zero High5, 2 gominolas Clif Blok, Gatosport. Datiles con jamón. Sandwich de pavo y queso.